Tazones grandes para mezclar – Para combinar los ingredientes secos y húmedos de manera eficiente.
Cucharas y tazas medidoras – Para medir con precisión los ingredientes como harina, azúcar, leche y manteca.
Batidora con gancho para amasar (opcional) – Facilita el proceso de amasado, aunque se puede hacer manualmente.
Espátula de silicona – Para raspar los lados del bol y aprovechar toda la masa.
Papel film o paño de cocina – Para cubrir la masa mientras reposa y evitar que se seque.
Superficie para amasar – Puede ser una mesa limpia o una tabla de amasar enharinada.
Rodillo (opcional) – Útil para estirar la masa antes de formar los panes.
Molde para pan – Engrasado previamente para evitar que la masa se adhiera.
Pincel de cocina – Para engrasar los moldes o aplicar un glaseado sobre el pan antes de hornear.
Horno – Preciso para hornear el pan a la temperatura adecuada (180°C o 350°F).
Rejilla para enfriar – Permite que el pan se enfríe uniformemente sin humedecerse por debajo.
Cuchillo de sierra para pan – Para realizar cortes limpios en las rebanadas antes de servir.
Termómetro de cocina (opcional) – Para asegurarse de que el pan ha alcanzado la temperatura interna adecuada (aprox. 90°C o 195°F).