Ingredientes
Equipment
Method
- En un bol pequeño, espolvorea la gelatina sobre el agua fría y déjala reposar durante 5 minutos para que se hidrate.
- En una cacerola, calienta la crema espesa, la leche y el azúcar a fuego medio. Remueve hasta que el azúcar se disuelva y la mezcla esté caliente pero sin hervir.
- Si usas una vaina de vainilla, abre la vaina y raspa las semillas dentro de la cacerola. Agrega la vaina también. Si usas extracto de vainilla, agrégalo en esta etapa.
- Una vez que la mezcla de crema esté caliente, retira la vaina de vainilla (si la usaste) y agrega la gelatina hidratada. Remueve bien hasta que la gelatina se disuelva por completo.
- Vierte la mezcla en moldes engrasados o en vasos de postre.
- Refrigera durante al menos 4 horas o hasta que esté completamente cuajada.
- Sirve frío, decorado con frutas frescas o bayas si lo deseas.
Nutrition
Video
Notas
- Gelatina: Asegúrate de que la gelatina esté completamente disuelta antes de verter la mezcla en los moldes. Si quedan grumos, puedes colar la mezcla para obtener una textura más suave.
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Sustituciones:
- Si prefieres una panna cotta más ligera, puedes usar leche baja en grasa o una combinación de crema ligera y leche. Sin embargo, esto puede afectar la textura cremosa original.
- Si no tienes una vaina de vainilla, el extracto de vainilla funcionará bien, aunque el sabor será menos intenso. También puedes experimentar con otros sabores como almendra, coco o cítricos.
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Variaciones:
- Frutas frescas: Para un toque fresco, puedes servir la panna cotta con frutas de temporada como fresas, moras o mango. Una salsa de frutas ácidas complementa perfectamente la dulzura y cremosidad de la panna cotta.
- Salsas: Considera agregar una salsa de caramelo, miel, o chocolate para un giro más decadente.
- Café o chocolate: Para darle un toque único, puedes agregar un poco de café soluble o cacao en polvo a la mezcla de crema mientras la calientas.
- Textura: La clave de una buena panna cotta es lograr una textura suave y ligeramente firme. La panna cotta debe ser lo suficientemente firme para mantener su forma, pero lo suficientemente suave como para derretirse en la boca.
- Refrigeración: La panna cotta necesita al menos 4 horas de refrigeración para cuajar completamente. Si la preparas con anticipación, puede refrigerarse hasta por 48 horas, lo que la convierte en un postre perfecto para preparar con anticipación.
- Desmoldado: Si decides desmoldar la panna cotta en lugar de servirla en los ramequines, sumerge los moldes rápidamente en agua caliente (solo unos segundos) y pásalos a un plato. Esto te ayudará a desmoldar sin que se rompa.
- Decoración: La presentación es importante para este postre sencillo. Decora la panna cotta con frutos frescos, hojas de menta, una espolvoreada de azúcar glas o ralladura de cítricos para un toque elegante.
- Almacenamiento: La panna cotta debe almacenarse en el refrigerador cubierta con papel film o una tapa para evitar que absorba olores de otros alimentos. No se recomienda congelarla, ya que puede alterar la textura.