Cómo hacer la auténtica quesadilla salvadoreña en casa
La quesadilla salvadoreña es un postre tradicional con un sabor dulce y textura esponjosa, perfecto para acompañar con café y compartir con la familia. ¡Pruébala hoy mismo!
Batidora eléctrica o manual – Para mezclar los ingredientes y lograr una masa homogénea.
Tazones para mezclar – Preferiblemente de diferentes tamaños para combinar los ingredientes secos y húmedos por separado.
Cucharas y tazas medidoras – Para medir con precisión la harina, el azúcar, la leche y otros ingredientes.
Espátula de silicona – Ideal para mezclar y raspar la masa de los bordes del tazón.
Molde para hornear (redondo o rectangular) – Asegúrate de que esté engrasado para evitar que la quesadilla se pegue.
Tamiz o colador – Para cernir la harina y evitar grumos en la mezcla.
Cuchillo o palillo – Para comprobar la cocción de la quesadilla.
Horno – Preciso para hornear la quesadilla a la temperatura adecuada.
Brocha de cocina – Para engrasar el molde con mantequilla o aceite.
Báscula de cocina (opcional) – Para medir ingredientes con mayor precisión si se prefiere usar peso en lugar de volumen.
Rejilla para enfriar – Para dejar reposar la quesadilla después de hornearla y evitar que se humedezca por debajo.
Ingredientes
2tazasde harina de arroz
1tazade queso fresco ralladoo parmesano
1tazade azúcar
1tazade leche
1de mantequilla derretidaaprox. 100 g
4huevos
1cucharaditade polvo de hornear
1/2cucharaditade sal
1/2cucharaditade esencia de vainilla
1/2tazade crema salvadoreña o crema agria
Semillas de ajonjolí para decorar
Elaboración paso a paso
Precalienta el horno a 180°C (350°F) y engrasa un molde para hornear.
En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa.
Agrega la mantequilla derretida, la crema y la esencia de vainilla. Mezcla bien.
Incorpora la harina de arroz, el queso rallado, el polvo de hornear y la sal. Mezcla hasta obtener una masa homogénea.
Vierte la mezcla en el molde preparado y espolvorea con semillas de ajonjolí.
Hornea durante 40-45 minutos o hasta que al insertar un palillo, este salga limpio.
Deja enfriar antes de desmoldar y servir.
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Notas
Tipo de harina:
Tradicionalmente, la quesadilla salvadoreña se prepara con harina de arroz, lo que le da su textura esponjosa y suave. Sin embargo, si no tienes harina de arroz, puedes sustituirla por harina de trigo, aunque la textura será un poco diferente.
Tipo de queso:
El queso fresco salvadoreño es el más utilizado, pero también puedes optar por queso parmesano o queso ricotta para un sabor más intenso. Evita los quesos muy húmedos, ya que pueden alterar la consistencia de la mezcla.
Dulzura ajustable:
Si prefieres un sabor menos dulce, puedes reducir la cantidad de azúcar a ¾ de taza sin afectar demasiado la textura de la receta.
Consejos para la cocción:
Es importante no abrir el horno durante los primeros 30 minutos para evitar que la quesadilla se baje.
Usa un palillo o cuchillo para comprobar la cocción; si sale limpio, la quesadilla está lista.
Decoración opcional:
Puedes añadir semillas de ajonjolí antes de hornear para darle un toque tradicional y crujiente.
Espolvorear un poco de azúcar glas después de hornear también le da un acabado visual atractivo.
Sustituciones saludables:
Para una versión más ligera, puedes sustituir la mantequilla por aceite de coco o margarina sin afectar demasiado el sabor.
Usa leche baja en grasa o leche vegetal (almendra o avena) si deseas una opción más saludable.
Conservación:
Guarda la quesadilla en un recipiente hermético a temperatura ambiente por hasta 3 días.
Para mayor duración, refrigérala hasta por 1 semana o congélala en porciones individuales hasta por 2 meses.
Acompañamiento ideal:
La quesadilla salvadoreña se disfruta mejor con una taza de café o chocolate caliente. También es perfecta para acompañar con un vaso de leche.
Evitar que se seque:
Para mantener la quesadilla suave, cubre con papel film mientras se enfría, esto ayudará a retener la humedad.
Variaciones:
Agregar ralladura de naranja o limón a la mezcla le da un toque cítrico delicioso.
Para un toque más aromático, puedes añadir una pizca de canela o nuez moscada a la masa.