Last Updated on septiembre 4, 2024 por Nicole

Yo tengo el derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual y tú también lo tienes. Todas las mujeres tenemos este derecho, dentro del marco del respeto. Pero, para ello es necesario fomentar espacios de cultura de respeto, en los que se pueda tener adoptar una comprensión de la sexualidad humana como un aspecto fundamental de la vida, libre de prejuicios y estigmas.

¿Qué es el derecho a una vida sexual plena?

derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual

El derecho a una vida sexual plena es el reconocimiento de la sexualidad como un área fundamental de todo ser humano, que puede y merece disfrutar de una forma libre, placentera y segura, lo cual no se limita a las relaciones sexuales, sino que se vincula con otros aspectos como la identidad y el bienestar.

Asimismo, el derecho a una vida sexual plena implica el derecho a tomar decisiones libres sobre la vida sexual, sin discriminaciones, obtener educación confiable sobre la sexualidad, la prevención de infecciones de transmisión sexual y la salud reproductiva.

Respectar las diferencias, contar con protección y vivir una vida libre de violencia explotación, acoso sexual y abuso también forma parte de este reconocimiento del derecho a una vida sexual plena; la confidencialidad también debe estar garantizada, ya que la vida sexual forma parte de nuestra esfera privada.

Por supuesto, el placer, la satisfacción y el bienestar que se obtiene por medio del ejercicio de la función sexual también se encuentra vinculado con el derecho de tener una vida sexual plena.

De acuerdo con la cartilla de derechos sexuales y reproductivos, todos tenemos el derecho de manifestar públicamente los afectos, a la integridad física, sexual y psicológica, el derecho a la igualdad, vivir libre de discriminación, a una identidad sexual y a la educación integral de la sexualidad. No obstante, todavía se encuentran presentes algunas barreras.

Barreras comunes para ejercer plenamente la vida sexual

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Aunque tengo el derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual, existen algunos tabúes sociales que me impiden disfrutar una sexualidad con libertad, ya que, al día de hoy, no se reconoce que la sexualidad también es parte de una vida saludable, pues históricamente ha sido separada de nuestro ser.

Estigmas y tabúes sociales

Algunos de los estigmas y tabúes sociales que aún persisten y no permiten ejercer el derecho a disfrutar plenamente de la vida sexual son los siguientes:

  • La creencia de que es inmoral o inapropiado tener relaciones sexuales sin haberse casado.
  • Los prejuicios contra las personas cuyas orientaciones sexuales no se enmarcan dentro de las heteronormativas.
  • Rechazo a la diversidad de identidades de género.
  • Minimización de la gravedad de las agresiones sexuales.
  • Culpabilidad hacia las víctimas de acoso sexual o agresiones de esta índole.
  • Falsa creencia de que la sexualidad cesa y no se ejerce en la tercera edad.

Todos estos estigmas y tabúes impiden que se experimente el placer erótico o sexual a cabalidad. Incluso, muchos renuncian a la búsqueda del placer por el temor a los señalamientos sociales.

Desinformación y educación sexual insuficiente

La desinformación y educación sexual insuficiente limitan el disfrute de la sexualidad como fuente de bienestar, ya que se replican falsas creencias en torno a este tema, lo cual me impide a mí y a todas las demás personas el derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual.

Barreras legales y derechos humanos

Por otro lado, hay barreras legales y poca claridad con respecto a los derechos humanos y, en especial, con los derechos sexuales, pues al ser un tema tabú es poca la cobertura que se le da y la tendencia natural de muchas personas es el rechazo a las manifestaciones de afectividad y cariño o al pensamiento y comportamiento diferente a la heteronormatividad.

Cómo promover y proteger el derecho a una vida sexual plena

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Algunos aspectos para promover y proteger el derecho a una vida sexual plena son los siguientes:

Educación y comunicación abierta

La educación que parte de una fuente confiable es esencial, además de una comunicación abierta, no solo en instituciones, sino en el hogar o dentro de la pareja, según sea el caso. Todos tenemos derechos a poder expresarnos de forma libre con respecto a la sexualidad sin que otros coarten este derecho. También es fundamental tratar temas de la vida reproductiva.

Conocimiento y ejercicio de tus derechos 

Todos tenemos el derecho de conocer y ejercer los derechos sexuales, para lo cual se hace necesario emprender campañas, bien sea a través de las plataformas digitales o en las calles, instituciones, colegios y otros espacios, sobre todo para contrarrestar la vulnerabilidad de los jóvenes, quienes son los que más carecen de información confiable.

Acceso a servicios de salud sexual

El poder acceder a los servicios de salud sexual es otro derecho que se debe reclamar y que debe existir en cualquier lugar del mundo. Esta debería ser gratuita y abierta para todos, sin importar el género, la edad o la condición social, pues es de gran utilidad para ejercer una sexualidad con responsabilidad.

Beneficios de ejercer plenamente tu vida sexual

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Entre los beneficios de ejercer plenamente tu vida sexual se encuentran las siguientes ventajas:

Mejora del bienestar físico

Cuando disfrutamos de nuestra sexualidad son miles de nervios que se activan al estimular las zonas erógenas, esto produce placer y ayuda a sentir menos tensión y malestar físico.

Impacto en la salud mental y emocional

La salud mental y emocional también se ve favorecida con el disfrute de la sexualidad, sobre todo cuando esta se ejerce libre de culpas, con libertad, responsabilidad y pleno disfrute. Todos los procesos que se activan a nivel corporal impactan de forma positiva en las emociones y la psique.

Fortalecimiento de las relaciones

Entre parejas o encuentros responsables, las relaciones se fortalecen por medio del contacto sexual, pues no se trata solo de un aspecto genital, sino que incluye otras formas de intimidad que facilitan el validar emociones, sentimientos y el sentir la capacidad de sentirse merecedor de amor o de disfrute, según sea el caso.

Consejos prácticos para disfrutar plenamente tu vida sexual

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Conoce y acepta tu cuerpo

Acepta tu cuerpo por sobre todas las cosas. Personalmente, esto me ha ayudado a fortalecer el derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual, sin tabúes ni falsas creencias.

Párate frente a un espejo, di cuánto te amas, acéptate como eres y entrégate al amor propio en todas las formas posibles. Sé compasiva/o contigo mismo y evita seguir estándares sociales. Una idea genial para comenzar a explorar tus áreas de mayor placer es por medio de los juguetes sexuales para mujeres.

Comunicación efectiva con tu pareja

Si tienes pareja, comunícate de manera efectiva, pero respetuosa, indicándole todo lo que te gusta y lo que te disgusta. Recuerda que nadie te puede presionar a realizar prácticas con las que no te sientas cómoda. Es tu cuerpo y tú pones los límites.

Explora y experimenta con seguridad

Bien sea a solas o con un acompañante, puedes explorar tu sexualidad, conocer todo sobre tu cuerpo, las imágenes que disparan tu imaginación y despiertan tu placer sexual o aquello que más te gusta. No te canses de conocerte a ti misma.

Escucha a tu cuerpo

Por último, escucha a tu cuerpo, será la mejor brújula para hacerte saber qué te gusta y cuándo detenerte ante algo que te haga sentir incomodidad. Ten presente que se debe disfrutar de una sexualidad responsable, evitando prácticas de alto riesgo para tu salud.

Conclusión

Repite frente al espejo “tengo el derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual”, sin sentir culpa, sin hacer caso a los tabúes, busca información confiable para disfrutar de una sexualidad responsable y segura. El placer es un regalo del que todos y todas nacimos para disfrutar. Vive tu vida sexual con libertad.