Last Updated on agosto 9, 2024 por Nicole

Estás saliendo con alguien y de verdad te gusta. Ya llevas varios meses y todo parece ir viento en popa. Hasta que una mañana le envías un mensaje de WhatsApp para saber cómo va su día y no te responde. Ahora el reloj parece ir más lento y de repente es un niño caprichoso que acapara toda tu atención. El apego ansioso comienza a manifestarse, llenando tu mente de dudas y preguntas sobre lo que ha ocurrido.

Las dudas monopolizan tu mente y ya no puedes dejar de preguntarte qué ha ocurrido. Entonces te responde. Solo estaba ocupado en su trabajo, te llamará en cuanto se desocupe. La vida vuelve a funcionar para ti, todo vuelve a ocupar su lugar y hasta estás eufórica otra vez. Hasta dentro de unas horas, cuando vuelvas a preguntarte si ya no debería haberte vuelto a llamar…

Si alguna vez te has encontrado atrapada en este ciclo, es bueno que sepas que no estás sola. Son muchas las personas que experimentan este sentimiento y, lo más importante, hay maneras efectivas de superarlo y avanzar hacia relaciones más saludables, conscientes y equilibradas.

¿Qué es el apego ansioso?

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Descubre las raíces de la ansiedad en las relaciones y aprende a construir vínculos más saludables.

El apego ansioso es un estilo de apego que se caracteriza por la necesidad constante de confirmación y el temor al abandono. Las personas con este tipo de apego a menudo presentan baja autoestima o falta de confianza en sí mismas. Sienten una gran ansiedad cuando están separadas de sus seres queridos, ya sean amigos, familiares o parejas, y pueden tener dificultades para confiar en los demás.

Esto puede desembocar en conductas negativas, como el control excesivo, la desconfianza, la búsqueda constante de atención y la sobreanalización. Es decir, todo el tiempo nos preguntamos qué habremos hecho mal, qué hubiera ocurrido si no hubiéramos dicho aquello o si hubiéramos hecho aquello otro. El resultado es una fuga de energía infinita, que nos deja tan extenuadas a nosotras como a nuestro objeto de atención.

Pero esta forma de apego no ocurre de la noche a la mañana. Es más bien la punta visible de un iceberg cuya base está en nuestra más tierna infancia. En general, una niñez marcada por la incertidumbre o la desprotección de quienes fueron nuestros cuidadores genera este tipo de conductas cuando ya somos adultos. Así, la necesidad constante de contacto físico, el miedo a la separación, la inseguridad y los celos son comportamientos con los que tendremos que lidiar quienes hayan vivido estas situaciones en la niñez.

Apego ansioso en pareja

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Entiende la montaña rusa emocional y encuentra el camino hacia relaciones más equilibradas y seguras.

En el contexto de una relación de pareja, el apego ansioso puede sentirse como una montaña rusa emocional. En el carro vamos nosotras, cayendo vertiginosamente desde la cima de la euforia hasta las profundidades de la duda y la inseguridad. El ritmo lo maneja nuestra pareja. Nuestros sentimientos se mueven al son de sus acciones, sus llamadas o sus silencios, y convierten nuestra mente en un verdadero subibaja.

En general, las relaciones que conviven con este apego son muy intensas. Queremos (y necesitamos) constantemente el contacto físico de nuestra pareja. Solo encontramos la calma cuando ese contacto al fin se realiza. Pero, como si se tratara de la droga más adictiva, el efecto dura poco y pronto necesitaremos más. Los pensamientos negativos que se activan apenas alguien no accede a nuestras demandas, “ya no me quiere”, “en qué me equivoqué”, “le gusta otra mujer” y un sinfín de enunciados, nos envuelven en un laberinto del que nuestra autoestima sale deshecha.

Todos estos comportamientos pueden causar fricciones y tensiones en la relación y terminar por ponerla en un riesgo real. Es decir, eso que tanto temíamos finalmente ocurre. La persona que en un comienzo estaba tan entusiasmada con nosotras ahora se siente agobiada por nuestras demandas y termina por tomar distancia.

El vínculo emocional

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La clave para relaciones fuertes y saludables. Descubre cómo construir conexiones seguras y duraderas.

La palabra apego no siempre tiene connotaciones negativas, por el contrario. El apego seguro es completamente saludable y causa excluyente de un vínculo emocional fuerte. Sin tal vínculo, las relaciones seguramente serán más lábiles y efímeras. Los vínculos fuertes se forman desde el nacimiento y son fundamentales porque determinan el tipo de relaciones que sostendremos y llevaremos adelante a lo largo de nuestras vidas.

Quienes han tenido vínculos sólidos y seguros en sus primeros años de vida probablemente formarán en el futuro relaciones saludables, donde se sientan seguros y valorados y disfruten de la cercanía sin por ello renunciar a su independencia o a su libertad emocional.

Quienes, en cambio, han tenido vínculos caracterizados por la incertidumbre o la imprevisibilidad pueden tener que lidiar de adultos con el apego ansioso. Esto puede ser un viaje sin escalas a relaciones tóxicas, ya sea amistosas, familiares o amorosas.

Técnicas infalibles para superar el apego ansioso

Autoevaluación y conciencia

El primer paso para superar el apego ansioso es reconocer y aceptar que tienes estos sentimientos. No te juzgues por sentirte así; en lugar de eso, trata de entender de dónde vienen estos sentimientos. ¿Hay experiencias pasadas que han influido en tu forma de relacionarte? La autoexploración y la aceptación son fundamentales para el crecimiento emocional.

Terapia y apoyo profesional

A veces, el apego ansioso puede ser difícil de manejar sin ayuda profesional. Hablar con un terapeuta puede proporcionarte herramientas y estrategias personalizadas para superar tus desafíos. Un profesional puede ayudarte a explorar las raíces de tu ansiedad y a desarrollar formas efectivas de afrontarla.

Fortalecimiento de la autoestima

El autocuidado es vital para gestionar la ansiedad. Esto incluye actividades que disfrutes y que te relajen, como leer, hacer ejercicio, meditar o pasar tiempo con amigos y familiares. Poco a poco, notarás cómo renace tu amor propio y recordarás que tu bienestar no depende exclusivamente de tu relación.

Mejora de la comunicación

Hablar sobre tus sentimientos con tu pareja puede ser liberador. Explica cómo te sientes sin culpar o atacar. Por ejemplo, en lugar de decir “Nunca me prestas atención”, podrías decir “Me siento insegura cuando no sé de ti por mucho tiempo”. La comunicación abierta fomenta la comprensión y el apoyo mutuo.

Establecimiento de límites saludables

Establecer límites es esencial para mantener una relación equilibrada. Esto incluye tanto los límites que te impones a ti misma, como no revisar el teléfono de tu pareja, como los que acuerdas con tu pareja sobre el tiempo y espacio que necesitan ambos.

Mindfulness y técnicas de relajación

El mindfulness y las técnicas de relajación, como la meditación y la respiración profunda, pueden ayudarte a calmar tu mente y reducir la ansiedad. Practicar mindfulness o meditar te permite estar presente en el momento, disminuyendo la tendencia a preocuparte por el futuro o a obsesionarte con el pasado. Claro que es una práctica que requiere tiempo, voluntad y dedicación como para lograr transformarla en un hábito.

Fomentar la independencia

Trabaja en construir una vida rica y satisfactoria fuera de tu relación. Esto no solo te volverá más atractiva como persona, también reducirá la presión sobre tu relación. Dale espacio a tu crecimiento personal y esfuérzate por entender que este va por un camino diferente al de tu pareja, aunque a veces pueden coincidir, no son el mismo camino.

Conclusión

Superar el apego ansioso es un viaje que requiere paciencia, autocompasión y esfuerzo constante. Al sumergirte en las bases de este problema y tomar cartas en el asunto, podrás comenzar a transformar tus relaciones y tu vida emocional. Detrás del velo de la inseguridad y las relaciones tortuosas estás tú misma, con todo lo que tienes para ofrecerte. Como dice la canción, tú también puedes comprarte flores y escribir tu nombre en la arena.